Las digresiones de Don Federico.
Es interesante como este señr sabe aprovecharla ventaja de localía. Es decir, mi analogía apunta a tantas situaciones de la vida.
El factor sorpresa está de su lado. Nosotros comenzamos a leer su historia, que es para terminarla de un tirón. Pero no siempre estas historias son hechas de un tirón. Quien la hace, la preparó a conciencia, sopesando cada palabra y cada oración.
Y un que la lee, va a ritmo fugaz, navegando sobre la hilaridad del narrador y se maravilla de lo que se encuentra. Jamás se va a poner a pensar en lo mucho que le costó a quien la hizo. Igual me pasa cuando voy a un sitio natural. Veo cada flor, cada imagen maravillosa, y me muero de fascinación. Distinto sería que me pusiera a ver minuto a minuto cada transición de lo que es ya: !una maravillosa creación!